La importancia de las tiendas de barrio en Colombia
En Colombia, las tiendas de barrio son una parte esencial del tejido económico y social del país, pues estos pequeños comercios se encuentran presentes en casi todas las zonas urbanas y rurales cumpliendo la función de abastecer a las personas y sus familias, resultando ser un pilar fundamental para la economía local de los diferentes territorios y una pieza relevante dentro de la construcción del tejido social comunitario.
La relevancia que tienen las tiendas de barrio ha influenciado durante muchos años el desarrollo económico del país y se ha mantenido a pesar del crecimiento de grandes cadenas de supermercados, la expansión de los establecimientos conocidos como hard discount, y el auge del comercio digital. A decir verdad, las tiendas de barrio son uno de los canales de venta de alimentos y bebidas más destacados en el país, y esto no resulta sorprendente teniendo en cuenta los datos recopilados por la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios, Fenalco, que indican que el 65 % de los colombianos adquieren frecuentemente productos a través de estos establecimientos.
Es por ello que en este artículo señalaremos la influencia positiva que tienen las tiendas de barrio en el desarrollo económico en Colombia, resaltando especialmente la importante labor de los tenderos y su rol en la sociedad al ser quienes entablan relaciones directas con los consumidores, generan cercanía con ellos y hacen parte de su comunidad.
¿Por qué las tiendas de barrio tienen un gran impacto para la economía en Colombia?
Las tiendas de barrio son fundamentales en el sector económico porque permiten una distribución eficiente de productos de consumo masivo y frecuente a nivel local. A diferencia de las grandes cadenas comerciales, las tiendas de barrio están ubicadas en casi todas las comunidades, lo que garantiza un acceso inmediato a productos esenciales como alimentos, bebidas y artículos de higiene en casi cualquier contexto geográfico de nuestro territorio, especialmente en sectores populares y zonas de difícil acceso donde otro tipo de establecimientos más grandes no llegan.
Esta proximidad con los consumidores facilita la comercialización de productos de marcas reconocidas, asegurando que sus productos estén siempre disponibles y accesibles para los compradores, independientemente de su ubicación o nivel socioeconómico, teniendo este último factor también una importante incidencia, pues las tiendas de barrio favorecen la compra en pequeñas cantidades, una práctica que es común en familias con un poder adquisitivo limitado. Asimismo, los tenderos también facilitan opciones de compra como el «fiado», lo que es especialmente relevante en comunidades con ingresos limitados, asegurando así un flujo constante de ventas y acceso a productos esenciales y de consumo frecuente.
De esta manera, las tiendas de barrio son uno de los canales de venta más extenso del país, existiendo aproximadamente unas 500.000 tiendas a lo largo del territorio y, de acuerdo al programa de apoyo al pequeño y mediano comercio, Fenaltiendas, representando hasta el 65% de las ventas de algunas empresas de consumo masivo, cuyos productos logran llegar a los sitios más remotos gracias a las tiendas de barrio.
Atributos que destacan la importancia de las tiendas de barrio en Colombia
1.Generan empleo y sustento familiar
Las tiendas de barrio representan una fuente importante de empleo a nivel local. A menudo, se trata de emprendimientos familiares que brindan sustento a sus propietarios, empleados directos y familias. En muchos casos, estas tiendas son la única opción laboral para personas que, por falta de oportunidades o recursos, no pueden acceder a empleos formales. Para una economía como la de nuestro país que enfrenta grandes desafíos como el desempleo y la informalidad, este tipo de micronegocios aportan de forma significativa y son el motor económico de una familia.
2. Permiten proximidad y confianza para fortalecer el tejido comunitario
La cercanía geográfica y la confianza son dos de los pilares fundamentales que sostienen el éxito de las tiendas de barrio. Para muchos colombianos, estas tiendas no solo son un lugar para comprar productos, sino también un espacio donde se alimenta el tejido social. Los tenderos suelen conocer a sus clientes por su nombre, lo que genera un ambiente de familiaridad y confianza que los grandes comercios no pueden replicar.
Este modelo basado en relaciones personales permite también prácticas que no son comunes en otros tipos de comercio, como el conocido «fiado», que ofrece una alternativa de crédito informal. En contextos de limitados recursos, el fiado se convierte en un salvavidas para muchas familias, garantizándoles acceso a productos sin la necesidad de contar con dinero inmediato.
3.Brindan accesibilidad en contextos populares, rurales y remotos
Uno de los grandes desafíos de la economía en Colombia es el acceso a bienes de consumo en zonas rurales o en barrios de bajos recursos que están alejados de grandes establecimientos. Las tiendas de barrio cumplen un rol fundamental al ser el único canal de distribución en áreas donde los supermercados o grandes cadenas no llegan.
Además, estas tiendas suelen tener precios competitivos y ofrecen cantidades más pequeñas que los grandes comercios, lo que resulta beneficioso para familias con ingresos limitados que no pueden permitirse comprar en grandes volúmenes.
4.Se han mostrado resilientes ante crisis económicas
La historia reciente en nuestro país ha demostrado que las tiendas de barrio son altamente resilientes en tiempos de crisis. Durante la pandemia del COVID-19 o en medio del estallido social ocasionado por el paro de 2021, por ejemplo, estos pequeños comercios fueron clave para garantizar el abastecimiento de productos básicos a la población, especialmente en zonas vulnerables. Mientras grandes cadenas enfrentaban interrupciones en su logística o limitaban sus horarios de atención, las
tiendas de barrio continuaron operando, adaptándose rápidamente a las nuevas condiciones gracias a su estructura flexible.
5.Brindan oportunidades de emprendimiento
La creación de una tienda de barrio es también una oportunidad para el emprendimiento. En un contexto donde las grandes cadenas pueden requerir una inversión inicial considerable, una tienda de barrio permite a las personas iniciar su propio negocio con menos barreras de entrada. Este tipo de emprendimiento es particularmente importante para personas de la tercera edad y, especialmente, para mujeres que suelen encontrar en estas tiendas una opción viable para generar ingresos, generalmente, desde sus hogares, instalando una tienda de barrio en sus casas o cercanas a éstas, lo cual les permite a muchas continuar a cargo del cuidado de sus hijos al tiempo que buscan autosuficiencia y generación de ingresos dentro de su propio entorno. Esto es una realidad muy frecuente, ya que Fenalco también señala que la mitad de las tiendas colombianas son administradas por mujeres, en su mayoría, madres cabeza de hogar.
6.Contribuyen a la formalización de la economía
Si bien muchas tiendas de barrio operan en la informalidad, cada vez más tenderos buscan formalizar sus negocios. Este proceso no solo les permite acceder a beneficios como la seguridad social y el crédito bancario, sino que también fortalece la economía local al aumentar la recaudación de impuestos y mejorar la competitividad del sector. Programas de apoyo gubernamental y de entidades privadas, como la capacitación empresarial y el acceso a financiación, han facilitado el camino hacia la formalización de estas pequeñas empresas.
Importancia de las tiendas de barrio para las marcas de productos de consumo
Las tiendas de barrio en Colombia juegan un papel esencial en la distribución y comercialización de productos de consumo masivo, siendo un canal estratégico para que las marcas globales puedan llevar sus productos a millones de consumidores finales, incluyendo aquellos que viven en áreas de difícil acceso, como las zonas rurales o algunas áreas más remotas.
Además, un aspecto muy significativo que hemos resaltado a lo largo de este artículo tiene que ver con la labor de los tenderos como participantes activos dentro de las dinámicas de fortalecimiento y cohesión social. Más allá de ser establecimientos en los que ocurren transacciones comerciales, las tiendas de barrio se convierten muy a menudo en puntos de encuentro y conectividad para la comunidad en donde se propicia la interacción humana. La recepción y transmisión de mensajes entre los vecinos, la publicación de información de interés general, la vigilancia y alerta respecto a actividades sospechosas o extrañas en el barrio o la cuadra hacen parte de las prácticas de comunicación que pueden tener lugar en estos espacios, brindando así no solamente un servicio comercial, sino de convivencia.
Este contacto directo entre tendero y cliente también favorece a las grandes marcas y empresas distribuidoras, puesto que al tendero tener una relación cercana con sus clientes, conocerlos y saber de primera mano sus prácticas de consumo, lo convierten en un aliado que puede incentivar la compra, por ejemplo, cuando las marcas lanzan promociones específicas o incluyen en su catálogo nuevos productos. El tendero puede comunicar directamente tal información, garantizando que llegue de forma personalizada a los consumidores.
Como marcas, es esencial que continuemos fortaleciendo el canal tradicional de ventas que permiten las tiendas de barrio, no solo por los beneficios que brinda gracias a su cobertura y presencia geográfica, sino por el valor añadido que ofrecen en términos de accesibilidad, confianza y adaptabilidad, a la vez que, al hacerlo, estamos apoyando indirectamente a miles de pequeños negocios que forman parte de la cadena de valor, cuyos recursos generados por las ventas frecuentemente se reinvierten en las comunidades al ser el sustento de muchas familias.
Además, el canal de tiendas de barrio contribuye a la sostenibilidad del sistema de distribución, al reducir la necesidad de largos traslados de los consumidores hacia grandes supermercados. Esto puede disminuir el impacto ambiental asociado con el transporte y ofrecer una opción más local y sostenible para la compra de productos de consumo masivo.
En Coca-Cola FEMSA tenemos clara la importancia que tienen los tenderos y propietarios de pequeños y medianos negocios que forman parte de nuestra cadena de valor, por lo que en nuestra operación buscamos impactar positivamente la relación que tenemos con ellos y ellas. Es por esto que desarrollamos nuestra estrategia integral Emprendamos Junt@s, una iniciativa con la que impartimos de forma presencial talleres en los cuales les compartimos estrategias de empoderamiento y desarrollo para sus proyectos de negocio, impactando desde 2018 a más de 13.567 propietarios de pequeños y medianos negocios en distintas regiones del país.
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