La Mojana sucreña es una de las 5 subregiones del departamento de Sucre en Colombia, que tiene una población con altos índices de pobreza; aunque cuenta con una enorme riqueza natural y con un potencial económico a partir del desarrollo integral y planificado.
Objetivo: Promover el desarrollo integral de la primera infancia y mejorar la calidad de la educación inicial en los municipios de Majagual y Guaranda en la Mojana Sucreña.
Bogotá, Febrero de 2021. En el último año, durante la pandemia por el COVID-19, la iniciativa “Redes afectivas por los niños de La Mojana” logró impactar positivamente el desarrollo educativo de 1.593 niños menores de 5 años, en condiciones de vulnerabilidad de la Mojana Sucreña.
Los esfuerzos se dirigieron a fortalecer el desarrollo profesional y pedagógico de 73 maestras, coordinadores e integrantes de equipos interdisciplinares del municipio. Así como mejorar el aprendizaje y la calidad de las interacciones que se establecen entre educadores, niñas, niños y sus familias.
“Trabajar en este programa me parece una gran oportunidad porque ha aportado a mi proceso pedagógico y me ha permitido progresar de una mejor manera. Mi labor ha ayudado a las familias con las que he venido trabajando en el proceso de crecimiento y desarrollo de los niños” Gledys del Carmen Hernández, profesora de la UDS Sueños Mágicos, en Santa Teresa, municipio de Majagual, Sucre.
Este tipo de proyectos son de carácter relevante nacional. Un 28% de los niños menores de 5 años en Colombia vive en zonas rurales dispersas, alejados de los servicios educativos. Se estima que el 75% de estos niños no está desarrollando plenamente todo su potencial*.
La inversión en la primera infancia tiene los mayores rendimientos a nivel social, generando entre otras consecuencias, reducción de la brecha en el desempeño y disminución de los índices de criminalidad.
La puesta en marcha de esta iniciativa ha contribuido al descenso de las brechas existentes en la educación inicial de la primera infancia, en el contexto de familias vulnerables; niñas y niños que han sido afectados por las constantes problemáticas sociales de exclusión, desigualdad y episodios de violencia en el marco del conflicto armado.
Las condiciones de conectividad y acceso a tecnologías de las familias del territorio dificultaban la comunicación y el desarrollo de acciones con los niños y su núcleo, al mismo tiempo que las maestras no contaban con una estrategia definida para la implementación del proceso dentro la educación formal y menos con un soporte para promover y propiciar el aprovechamiento del hogar como espacio pedagógico.
Dado este contexto y al realizar la evaluación del impacto del programa, se puede concluir que los resultados han sido muy significativos al registrar un aumento en los índices de medición del programa:
53% – Relaciones e interacción entre maestras y niños con sus familias.
50% – El enfoque integral (salud, nutrición y cuidado)
42% – Procesos pedagógicos
50% – Motivación de las familias en comprender su rol dentro del proceso de aprendizaje de los niños.
“Uno de los objetivos principales de la Fundación es la atención y protección de la infancia, con el fin de que los niños y sus familias puedan formar sus proyectos de vida de manera sostenible y responsable, por eso creemos en éste y otros proyectos que estamos liderando en Colombia con visión de largo plazo”. María Isabel Cerón de Sousa, directora para Colombia, de Ayuda en Acción.
Cabe resaltar que el componente virtual de Educación a Distancia, permitió un acercamiento efectivo al territorio, a los educadores y a los líderes de las Entidades Administradores de Servicio (EAS).
En medio de la pandemia por el COVID-19, esta herramienta fue bien recibida por parte de las 73 maestras; y así la iniciativa logró formar y acompañar a líderes y educadores de los operadores de servicios de primera infancia locales durante el último año, sin interrupciones.
La formación se desarrolló a partir de la experiencia educativa de aeioTU, un modelo pedagógico centrado en el niño, basado en el arte y el juego, que promueve relaciones e interacciones positivas entre niños y adultos.
“Aún en pandemia por COVID-19 seguimos trabajando con todo el compromiso para acompañar a los formadores de formadores y educadores, en su adaptación a esta nueva realidad y al conocimiento de las herramientas digitales necesarias para continuar prestándoles un servicio sensible a la situación pertinente y de alta calidad” María Adelaida López, Directora de aeioTU.
“Es importante que durante esta época de pandemia no abandonemos la educación de los niños de Colombia. Para Fundación FEMSA ha sido fundamental la unión de esfuerzos en este proyecto para seguir aportando al desarrollo integral de la primera infancia, más aún en tiempos de crisis” Vivian Alarcón, jefe de comunicaciones y sostenibilidad de Coca-Cola FEMSA y representante de Fundación FEMSA en Colombia.
Otro hito importante a destacar de la intervención de este proyecto, es la construcción de los ranchos para las poblaciones de El Palmar, La Ladera, Los Patos, Palmarítico y Pueblo Nuevo, como los lugares de encuentro de la comunidad. A pesar de los retrasos ocasionados por las restricciones de la pandemia, a cierre del 2020 estos espacios fueron entregados a la comunidad y tendrán como prioridad los encuentros familiares para atención a la primera infancia.
“Con este proyecto reafirmamos nuestro compromiso por aportar a la paz en Colombia a través del desarrollo pleno de los niños y sus familias de la Mojana Sucreña. Cuando damos a los niños la oportunidad de alcanzar su máximo potencial estamos sentando las bases de un mejor futuro para ellos y sus comunidades” Eva Fernández, Gerente de Inversión Social en Primera Infancia de Fundación FEMSA.
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